Paredes: cómo arreglarlas, pintarlas y decorarlas


A la hora de construir o remodelar una casa hay varias decisiones que tomar, y muchas de ellas pueden ser muy estresantes. Pero cuando se trata de las paredes, te va a sorprender cuánto espacio hay para la diversión y la creatividad; al fin y al cabo, las paredes son, prácticamente, lienzos en blanco.

Sin embargo, que sea divertido no quiere decir que todo el mundo sepa cómo hacerlo. Hay determinados materiales que conseguir, y varios pasos específicos a seguir. Así que, si te estás preguntando cómo pintar o arreglar una pared, a continuación vas a encontrar los detalles para lograr la perfección. 

Reparaciones de pared: las más comunes y cómo arreglarlas

A veces el clima, el paso de los años o cualquier otro factor externo puede afectar la apariencia de tus paredes. No te preocupes: acá están las soluciones exactas para los daños que suelen manifestarse comúnmente. 

Grietas o rajaduras

Aunque pueden parecer los problemas más complejos, en realidad la respuesta a cómo arreglar grietas o rajaduras en las paredes es simplemente usar las pastas “tapagrietas”, que están formuladas para rellenar todo tipo de agujero que se haya producido en la superficie. 

En los casos más tenaces, como las grietas más anchas o aquellas que suelen reaparecer una y otra vez, se recomienda utilizar una pasta reforzada con fibra de vidrio, para mayor resistencia. Como último paso, no te olvides de lijar para que el acabado quede parejo.

Humedad y hongos

Otro gran problema se presenta cuando la humedad se instala en tu pared, ya que se genera el ambiente propicio para la propagación de hongos. Para recuperar la higiene de tu pared, primero localizá el origen de la humedad y, de ser necesario, usá una espátula y un cepillo de cerdas de acero para erradicar todos los restos de musgo, pintura descascarada y cualquier otra eflorescencia. 

Luego, higienizá la zona fregándola con una mezcla de cloro y agua (¡tené cuidado con las proporciones! Una parte de agua por cada tres de cloro es lo ideal). Dejá secar la pared, aplicá el producto de tu elección para impermeabilizar, y ya tenés tus paredes libres de humedad y hongos.

Desprendimientos de yeso

El yeso puede desgastarse con el paso del tiempo y empezar a desprenderse, pero afortunadamente, hay una solución sencilla y casera. En primer lugar, para tratar el problema de raíz, vas a necesitar abrir las grietas por completo con ayuda de una espátula. Esto es recomendable ya que, si te limitás a trabajar sobre la zona más visible, es muy probable que una vez aplicado el yeso, se sigan desprendiendo fragmentos de las zonas que la rodean. 

Una vez listo ese paso, cepillá y mojá las grietas para asegurarte de que no queden restos de polvo que puedan dificultar el proceso. Cuando la pared se seque por completo, es momento de aplicar el yeso ayudándote nuevamente de la espátula. Cuando todas las grietas estén completamente rellenas con el producto, dejá secar unas horas y, por último, lijá para rebajar los excesos. ¡Ualá! Tu pared volvió a estar como nueva.

Persona reparando una pared.

Pintá tu pared como un profesional

Ahora que ya no te aquejan las grietas, la humedad ni el desprendimiento del yeso, tus paredes están lisas, uniformes y listas para un próximo paso: la pintura. Puede que se te vengan muchas preguntas a la cabeza sobre qué pared pintar primero o cuántas capas de pintura se necesitan. Si ese es el caso, esta guía es para vos.

Lo primero que debés definir es tu idea concreta del proyecto en tu cabeza. Luego es el turno de conseguir los materiales para hacerlo realidad: un rodillo y su extensión, brochas, una bandeja para la pintura, cinta de pintor, papel de diario y, por supuesto, la pintura elegida. Recordá que la mayoría de las pinturas rinden aproximadamente unos 10 metros cuadrados por litro y por mano, así que calculá la cantidad de pintura que vas a necesitar según la medida exacta de tu habitación.

Asegurate de tener el espacio propicio cubriendo el piso y los muebles para evitar que se manchen, y ¡ya podés empezar a pintar! Algunos tips básicos para que tengas el resultado perfecto: siempre considerá dos capas de pintura como mínimo, aunque si es blanca u otro color muy claro, podés elegir dar una mano más. En este sentido, antes de pintar la pared más llamativa, pintá las paredes más claras adyacentes, ya que el color oscuro va a cubrir sin problemas cualquier mancha. Por último, ¡no te olvides de ventilar durante todo el proceso! No solo para acelerar el secado, sino también para amortiguar el olor invasivo de la pintura.

De todas formas, existen alternativas diferentes a la pintura, ya que se pueden colocar cerámicos o porcelanatos e igual tener paredes prolijas y coloridas. En este caso, algunos de los materiales imprescindibles son la pastina y el nivelador de superficies.

Mano pintando pared blanca con rodillo.

Empapelar: la opción B

La gran ventaja de empapelar tus paredes, además de la variedad de diseños que existen, es la facilidad del proceso: tenés que medir la pared y luego el papel para cortarlo en tiras iguales. Después, estiralo en una superficie plana y aplicá pegamento en el revés. Empezá a pegar las tiras en la pared, de arriba hacia abajo, y ayudándote con una espátula de acrílico para evitar que se formen burbujas de aire. ¡Paredes nuevas al instante!

Último paso: decoración y diseño

Finalmente, podés dar rienda libre a tu imaginación. Según tus gustos y preferencias, podés decorar tus paredes con infinidad de elementos, pero si necesitás inspirarte, acá hay algunas buenas ideas.

Una galería de fotos es de las opciones más comunes, ya que además de rodearte de tus recuerdos favoritos, te permite jugar con los colores, formas y tamaños de los marcos. Por otro lado, objetos como espejos y relojes son piezas tan decorativas como funcionales, así que se convierten en un buen 2×1. Por último, las guardas son una buena alternativa para quienes buscan un estilo más minimalista, ya que ofrecen un detalle de color y diseño sin comprometer la prolijidad de las paredes.

¡Convertite en un experto de la renovación de paredes!

Un hogar es mucho más que cuatro paredes, pero es innegable que éstas hablan mucho de una casa. Ahora que sabés cuán sencillo puede ser arreglar, pintar y decorarlas, no hay excusas para que no las mantengas en perfecto estado y en sintonía con el resto de tu vivienda.

,