Repará tu tapa y asiento de inodoro fácilmente


Una vez que ya elegimos e instalamos la tapa y asiento de nuestro inodoro, podemos frustrarnos cuando ésta necesita una reparación. Pero no te preocupes: es lógico que así lo sea, ya que los asientos y tapas se accionan muchas veces diariamente, por lo que podemos enfrentarnos a bisagras rotas, rajaduras o más. Aprendé cómo repararlas y cómo evitar que se rompan a futuro.

¿Cómo arreglar los problemas más usuales de las tapas y asientos?

Incluso con el asiento y tapa de sanitario más moderna o cara, hay ciertos problemas derivados del uso de los que nadie puede escapar:

Bisagras rotas

Una bisagra rota nos obliga a reemplazarla. Para eso, deberás:

  1. Quitar los tornillos de las bisagras usando un destornillador.
  2. Armar la nueva bisagra, usando la vieja como referencia.
  3. Apoyar la nueva bisagra en el lugar de la vieja y atornillarla.
  4. Probar que se mueva naturalmente y sin trabas.

Rajaduras

Una rajadura puede producirse por aguantar demasiado peso (ya sea de una persona o elemento) o por causa del material (demasiado fino, débil o viejo). Si la grieta es profunda, se recomienda cambiar el asiento o tapa completa, ya que puede lastimar la piel. Pero si es pequeña, podemos arreglarla:

  1. Limpiá y lijá suavemente la zona a reparar.
  2. Aplicá masilla con una espátula y dejá secar.
  3. Lijá para eliminar el excedente.

Salida del eje

Cuando un asiento o tapa se corre de su lugar, casi siempre se trata de una bisagra floja. Si está rota o vieja, debés seguir los pasos anteriores para cambiarla. Por el contrario, si sólo se soltó, tenés que colocarla de vuelta en su lugar y volver a atornillarla. Asegurate de que el tornillo no se haya gastado ni oxidado para que no vuelva a salirse.

Tapa que no cierra

Cuando una tapa o asiento no puede cerrarse y abrirse fácilmente, tiene un problema con sus bisagras. Si éstas no están oxidadas, podés echarle aceite especial para que corran mejor. También el problema puede radicar en un tornillo demasiado ajustado: en este caso, solo debés ayudarte con un destornillador para aflojarlo.

Pero si encontrás que tus bisagras ya perdieron el color y comenzaron a oxidarse, es momento de reemplazarlas para que puedas bajar y subir la tapa y asiento cómodamente.

Manos con guantes naranjas limpiando un asiento de inodoro con un trapo y producto en spray.

Evitando que el asiento y tapa se vuelva a romper

Para conservar tu sanitario por más tiempo, es clave que lo limpies con los productos correctos. Primero, chequeá que los productos de limpieza comerciales que uses no tengan ningún ingrediente corrosivo. Y, si querés gastar menos y tener los mismos resultados, podés limpiar tu tapa y asiento con mezclas naturales, como vinagre, bicarbonato, sal, limón, entre otros. ¡Siempre asegurate de que todo lo que utilices sea apto para el material de tu asiento y tapa! Y no te olvides de limpiar las bisagras con ayuda de un cepillo de dientes para retrasar la oxidación y eliminar la suciedad acumulada entre ellas.

¿Cuándo debemos reemplazarla por completo?

Hay ciertas situaciones que marcan el fin de la vida de nuestro asiento o tapa, o que son muy difíciles de reparar. Una de ellas es la rotura total: si el asiento se quiebra, ningún pegamento logrará que quede como antes, además de que el material roto puede causar cortes en la piel. También se recomienda cambiarlas cuando las grietas se reparan y vuelven a aparecer o se tornan más profundas. Además, el cambio de color o pérdida de tono puede señalar que el material se está gastando y, por lo tanto, debilitando.

A la vez, todo elemento tiene su tiempo de vida útil, pero el de las tapas y asientos dependerá mucho del material y del uso que se le de. En términos generales, un asiento dura entre 5 y 10 años. Entonces, podemos afirmar que estos elementos tienen una vida mucho más corta que un inodoro.

¡Lográ hacer tus propios arreglos en el baño!

Dentro de todas las reparaciones que podemos realizar en un baño, las correspondientes a las tapas y asientos del sanitario son una de las más fáciles. Solo necesitás contar con los materiales indicados y prestar atención a las instrucciones.

Luego de esta guía detallada, podés dedicarte a decidir si querés una tapa con diseño o un asiento de color liso y no preocuparte más por los problemas que pueden llegar a surgir.

¡Experimentá la tranquilidad de saber hacer reparaciones!


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