Creado en Francia, resistido por el catolicismo y adoptado por los argentinos, el bidet, para la mayoría de nosotros, es una parte imprescindible de nuestro baño y nos cuesta imaginarnos uno que no lo tenga. Si estás pensando en instalar uno, ¡no te preocupes! En este artículo te mostramos las diferentes opciones que deberás tener en cuenta, cómo hacerlo y alternativas para aquellos baños que cuentan con poco espacio.
¿Qué tipos de bidet existen y cuál me conviene?
Para poder tomar la mejor decisión, siempre es necesario conocer las distintas clases de bidet disponibles en el mercado.
Bidet de pie
Quizás al pensar en un bidet, el bidet de pie es el que viene a tu mente más rápidamente, ya que es el clásico por excelencia. Éste funciona igual que cualquier bidet, pero posee una ventaja que vale la pena tener en cuenta: al cambiarlo no es necesario hacer una instalación ya que las conexiones de agua se encuentran visibles (al no estar acoplado a la pared) y la entrada de agua queda atrás.
Bidet suspendido
Este es el modelo que se encuentra de moda, junto con inodoros y muebles de baño suspendidos. Visualmente se ven más ligeros ya que dan la impresión de estar flotando, pero su colocación implica un esfuerzo mayor a la de los anteriores ya que sus tuberías van empotradas a la pared. También tienen un tamaño más reducido y ocupan menos espacio, lo cual los hace ideales para baños de diseño minimalista y para aquellos que son pequeños. Son fáciles de limpiar y la ligereza de su diseño los convierte en una pieza elegante para un baño moderno.
Bidet compacto
Este tipo de bidet incorpora lo mejor de ambos mundos. Va adosado a la pared e incorpora la estética de uno suspendido, con una línea geométrica minimalista. Este tipo de bidet suele ser fácil de limpiar y permite una cómoda movilidad a su alrededor. Es ideal para aquellos que están construyendo un baño económico y buscan un acabado elegante sin tener que gastar en un bidet suspendido.
¿Cómo incorporar un bidet a mi baño sin que desentone?
En primer lugar, si querés elegir el mejor bidet para tu baño, tenés que considerar si hay espacio suficiente para su instalación. Estos artefactos casi siempre se instalan cerca del inodoro, por eso hay que medir si el espacio permite incluir un bidet en el diseño. Si contamos con dos o más cuartos de baño, quizás deberías plantearte instalarlo en solo uno de ellos. Lo más común es elegir su instalación en el baño de uso personal y no en el que funciona como baño de invitados. Si hay un baño destinado a los niños o es un baño que ellos usan con frecuencia, conviene que cuenten con bidet ya que estos suelen ser de utilidad porque, al estar a su altura, facilita sus hábitos de higiene.
Otra cosa a tener en cuenta es el lugar. Como ya hemos mencionado, el bidet suele colocarse al lado del inodoro pero, teniendo en cuenta la distribución y diseño del baño, también es posible colocar ambas piezas enfrentadas. Es importante tener en cuenta las distancias mínimas entre uno y otro para asegurarnos de que el uso de ambos sea cómodo. La distancia usual suele ser de unos 25 centímetros libres entre los aparatos y por delante conviene dejar de 70 a 75 centímetros para usarlo con comodidad.
Para que logremos un baño con un estilo unificado y armónico, es importante tener en cuenta el color, tamaño y la grifería de los artefactos. Por eso quizás un combo sanitario sea una gran opción a tener en cuenta. Algunos traen solo inodoro y bidet y otros, más completos, cuentan con inodoro, grifería, bidet y vanitory. Con estos combos, además de pagar más barato que al comprarlos por separado, te podrás asegurar de que los elementos de tu baño tengan el mismo color y tamaño y combinen entre sí.
Para la estética general del baño, es recomendable que tanto el inodoro como el bidet no sean lo primero que capte nuestra atención al entrar al baño y se encuentren colocados en los lugares menos visibles.
¿Cómo instalar un bidet?
Instalar un bidet puede parecer complicado si no se tiene ninguna idea sobre el proceso. No te desesperes: acá te contamos.
Primero, elegí el lugar para instalar el bidet y tené en cuenta el espacio necesario alrededor, cerrá la llave de paso general y localizá las tomas de agua para conectarlas al bidet. Colocá el bidet frente al desagüe y marcá los puntos de fijación. Luego, retirá el bidet y hace agujeros con el taladro en los puntos marcados. Realizá el tendido de la instalación de tuberías de entrada y salida de agua y marcá en la pared los conductos de agua caliente, fría y de evacuación. Ahora instalá la grifería elegida y antes de fijar el bidet, poné silicona en la junta de evacuación para un mayor aislamiento.
Regulá la altura y profundidad de las conexiones para que entren bien en los tubos de la pared y fijá con tornillos el bidet al suelo y, si es el caso, a la pared. Aplicá cemento blanco fluido en el suelo y, cuando seque, volvé a apretar los tornillos. Por último, conectá los grifos del bidet, de alimentación y desagüe, a sus respectivas tomas.
La solución a la falta de espacio: inodoros inteligentes
Si la falta de espacio te impide por completo la instalación de un bidet, no es necesario que renuncies al baño de tus sueños. Con tecnologías que te permiten desde regular la temperatura del agua hasta calentar la tapa del baño, el smart toilet incorpora la función de bidet y te puede ayudar a optimizar el espacio. Podríamos decir que es una combinación entre un inodoro y un bidet y dispone de muchísimas opciones y diferentes funcionalidades dependiendo de las necesidades y el presupuesto que le quieras destinar.
¡Existe un bidet acorde a tus necesidades!
Instalar y elegir el bidet perfecto para tu baño puede parecer una tarea abrumadora si somos nuevos en el tema. Pero ahora, con esta información en mente, seguro podrás elegir el bidet que mejor se adecue al baño que siempre quisiste.