Cómo limpiar la cocina como un experto: trucos y consejos


Si sos una persona que pasa mucho tiempo en la cocina pero sentís que este espacio nunca está lo suficientemente limpio, este artículo es para vos. Sabemos que mantener la cocina limpia parece un desafío casi imposible de realizar. Los constantes estímulos a los que está expuesta (salpicaduras, olores, grasa) hacen que limpiarla parezca un trabajo arduo que nunca se termina. Sin embargo, una buena organización y rutina de limpieza pueden hacer que tu cocina se vea siempre reluciente. Por eso, elaboramos esta completa guía de consejos de limpieza, para que puedas consultarla cada vez que desees hacer una limpieza profunda y consciente. Si querés saber cómo limpiar la cocina y brindarle a este espacio el confort y el estándar de limpieza que merece, seguí leyendo.

¿Por qué es importante tener una cocina limpia?

Todo lo que pasa por la cocina eventualmente será ingerido, por lo que afectará a nuestro organismo. Si te preguntas por qué es importante tener una cocina limpia, la respuesta es que ¡sos lo que comés! 

La cocina es uno de los lugares más desafiantes de la casa en términos de limpieza. Es muy propenso a llenarse de bacterias y hongos y la suciedad se acumula muy fácilmente. Es un trabajo engorroso pero queremos destacar que la organización es clave para mantener tu cocina impecable. Si hacés una limpieza profunda una vez por mes, el resto de los días podés lograr resultados excepcionales con una limpieza superficial. A continuación, te explicaremos cómo limpiar una cocina muy sucia.

Consejos simples de limpieza de cocina para comenzar

Para empezar, tener una cocina equipada con elementos de limpieza resulta clave para estar cómodos a la hora de iniciar la rutina de limpieza y no posponer este trabajo. Nombramos algunos materiales esenciales con los que tenés que contar para llevar a cabo una limpieza profunda, asegurate de tener todo antes de comenzar:

  • Guantes
  • Esponja
  • Trapo de cocina y repasador
  • Desengrasante (natural o comprado)
  • Desinfectante/Lavandina (natural o comprado)
  • Detergente
  • Limpiador de pisos
  • Pulverizador/rociador para poder armar tus limpiadores naturales.
  • Botella de plástico de por lo menos 1L.
  • Limones, vinagre, bicarbonato de sodio, vaselina.

Otro paso muy importante antes de comenzar tu limpieza, es saber de qué materiales están hechos los muebles de tu cocina. Esto ayudará a no dañar las superficies.

Luego, es preciso ser consciente de todos los aspectos o partes de tu cocina que tendrás que abarcar en una limpieza profunda. Además, es muy importante seguir cierto orden al limpiar, ya que primero es recomendable dedicarse a aquello que ensucia más para luego ir a lo más superficial. Te explicamos cómo iniciar la rutina de limpieza de tu cocina y qué orden seguir:

  1. Alacenas/Cajones con sus respectivas puertas.
  2. Heladera.
  3. Horno y microondas.
  4. Desinfección de esponjas/repasadores/trapos de cocina.
  5. Paredes.
  6. Bacha y mesada.
  7. Tacho de basura.
  8. Piso.

Elegí los mejores productos de limpieza para tu cocina

Al momento de elegir qué productos de limpieza vas a usar en tu cocina, lo más importante es averiguar de qué material están hechos sus muebles. Por otro lado, tené en cuenta que no es necesario gastar en limpiadores excesivamente caros, que además pueden ser muy abrasivos y perjudiciales para el material. Existen productos naturales iguales o más efectivos. Seguí leyendo para saber cuáles son los mejores productos de limpieza para tu hogar y qué pasos seguir en esta rutina de limpieza profunda:

Alacenas/Cajones con sus respectivas puertas

Para este paso te recomendamos sacar absolutamente todo de las alacenas y los cajones. Quedate solo con lo esencial, mientras más minimalista sea tu cocina, menos suciedad va a acumular. Hacer estas limpiezas mensuales te va a ayudar a contar solo con lo necesario y descartar comidas vencidas. Además, evitará que hagas compras innecesarias porque vas a estar al tanto de todo lo que hay en tu alacena. Es un buen momento para ver si alguno de los paquetes abiertos pierde migas o polvo, y trasvasar a otro recipiente cerrado de ser necesario. Pasale un paño con algún desinfectante o desengrasante al interior. Para el exterior de las alacenas, lo mejor suele ser un trapo mojado con agua tibia y jabón.

Para limpiar los cubiertos:

Lavá tus cubiertos y utensilios de cocina como lo hacés habitualmente, con agua y detergente. Luego, poné una olla a hervir con abundante agua, ya que las bacterias y hongos no resisten las temperaturas altas. Colocalos en ella de manera que queden totalmente cubiertos. Dejá que hierva por alrededor de 15 minutos. Una vez que se enfríe el agua, retiralos y colocalos en un repasador limpio y seco sobre la mesada. 

Para el cajón: al vaciarlo, mojá un trapo con vinagre blanco y limpiá con él cada hueco. Luego, pasa un paño mojado en agua y secalo bien: los cubiertos no quieren humedad.

Heladera

Lo primero que debés hacer es descongelar la heladera (aclaración: este paso solo es necesario realizarlo una vez al año). Siempre planificalo con antelación, ya que vas a tener que tener en cuenta qué items consumir antes de hacerlo. Usá guantes durante todo el proceso.

Luego, para organizar tu heladera es importante que la revises y tires todo lo que esté vencido. Remojá los estantes móviles en agua caliente y detergente. Para limpiar las paredes de la heladera, te sugerimos realizar una mezcla de un litro de agua con una cuchara de bicarbonato de sodio. Humedecé un paño en la mezcla y pasalo por el interior de la heladera.

Horno y microondas

Para limpiar el horno te recomendamos un desengrasante natural. Necesitás 2 limones y una cacerola:

Colocá los limones adentro de ella y métela en el horno. Calentá el horno a 250° durante 30 minutos y cuando se enfríe, limpia las paredes con un trapo.
Un truco para eliminar malos olores: introducí un recipiente con agua y unas gotas de extracto de vainilla. Encendé el horno y esperá a que hierva. Apagalo y dejá que la infusión actúe unas horas. Luego limpiá con un trapo. 

Para limpiar las hornallas podés usar cualquier tipo de desengrasante. Podés dejar las tapas de las hornallas toda la noche sumergidas en una bandeja llena de Coca-cola, para que se vean relucientes y sin óxido.

Para el microondas, podés mezclar en un bowl agua, un buen chorro de vinagre y un limón exprimido. Colocá el bowl dentro del microondas y ponelo a trabajar por 5 minutos. Luego, pasá un paño limpio por las paredes y vas a ver cómo sale toda la grasa. De todas formas, te recomendamos conseguir una tapa de plástico para microondas: estas se colocan encima del plato, funcionan como campana y evitan que al calentarse la comida salpique a las paredes del microondas.

Desinfección de esponjas/repasadores/trapos de cocina

Podés colocar tanto esponjas como trapos de cocina en una olla con agua hirviendo. Lo mismo vale para los trapos de cocina, pero otra opción es lavarlos con detergente y, mojados, calentarlos en el microondas a potencia media durante 1 minuto y medio (no te olvides de colocarlo en un recipiente abierto). Recordá cambiarlos regularmente y dejarlos siempre escurridos y secos. La esponja debe ir en un recipiente especial para ella, y el trapo sobre la mesada y no en la bacha.

Paredes

Si querés deshacerte de los microorganismos y las salpicaduras que se acumulan en los azulejos, te recomendamos mezclar una taza de agua oxigenada y ⅓ de bicarbonato. Aplicá la mezcla y dejá reposar 30 minutos antes de retirarla. También podés probar mezclando vinagre puro con agua en partes iguales. Luego, humedecé un paño en esta mezcla y pasala por los azulejos. Dejá actuar por unos minutos y luego retirala.

Bacha y mesada

Aquí será muy importante determinar de qué material está hecha tu mesada.

Mesada de granito o mármol:  Siempre podés usar un desengrasante comprado. Pero, si querés resultados excepcionales, podés mezclar media cucharada sopera de vaselina con una de vinagre blanco. Añadí agua para diluir los productos. Frotalo en la mesada con un papel de cocina y va a volver a brillar.

Mesada de cuarzo: Mezclá en partes iguales vinagre blanco y agua y frotá con un paño sobre la mesada. Esto la limpia y desinfecta.

Mesada de acero inoxidable: pasale un trapo impregnado con un chorrito de gin. ¡Va a brillar como nunca! La ginebra es un alcohol que ‘deshace’ la grasa y además consigue abrillantar las superficies de acero inoxidable. 

Para limpiar una bacha de acero inoxidable vas a necesitar, en principio, agua caliente, detergente y un trapo seco. Limpiá la bacha con el detergente. A continuación, podés pasarle una esponja embebida en un poco de vinagre por toda la superficie, para asegurar la desinfección. Luego, asegurate de enjuagar bien todo el producto. Finalmente, y un paso clave: ¡no te olvides de secar al final! Esta va a ser la clave para evitar manchas en la superficie. Pero, en el caso de que tengas que ocuparte de manchas particulares, podés ayudarte de un cepillo de cerdas blandas, usar algún producto exclusivo para este uso sobre y la mancha y luego proceder a enjuagar y secar. Si querés utilizar un producto natural, una pasta hecha con bicarbonato de sodio y muy poca agua puede ser ideal para vos. Evitá a toda costa usar lavandina, ya que daña el material. Para el pulido final, podés probar colocarle a un trapo unas gotas de aceite de oliva y pasarlo por toda la bacha para que recupere su brillo. ¡También podés utilizar pasta de dientes!

Para la grifería también dependerá del material pero, universalmente, podés probar frotarla con un paño mojado en jugo de limón. Esto le quitará la cal y aportará brillo al cromado instantáneamente.

Tacho de basura.

Herví un poco de vinagre y, cuando aún esté caliente, frotá con él el tacho por dentro y por fuera. Dejá actuar por unos minutos y enjuagalo con agua. Listo, ¡tu tacho ha sido desinfectado!

¡Mantené tu cocina limpia y ordenada con estos consejos! 

Sabemos que parece una tarea difícil, pero hacer una limpieza así de profunda una vez por mes te ayudará a sentir este espacio pulcro y renovado, un ambiente donde será mucho más agradable preparar tus recetas. Luego, en el día a día, recordá mantener siempre lavados los platos, seca la mesada y los alrededores de la canilla. Evitá los restos de comida, barré frecuentemente, cambiá cada tanto la esponja y ¡listo! Tu cocina será tu espacio preferido de la casa.