Con la llegada de los últimos meses del año, se aproximan las temperaturas más cálidas que nos hacen anhelar las tardes de relajación en nuestra pileta. Si estás en la búsqueda de renovar o crear tu espacio perfecto para este verano, ¡no se te puede olvidar pintar la pileta! En este artículo te contamos cómo pintarla para que en esta temporada de calor, tu pileta sea tu lugar favorito.
Pasos previos a pintar la pileta
Antes de pintar una pileta, hay que tener en cuenta ciertos pasos para obtener el mejor resultado posible. Primero, deberás desagotar la pileta por lo menos dos o tres días antes de empezar a pintarla para que todas las superficies se sequen perfectamente.
Una vez desagotada, tenés que eliminar todos los restos de pintura sueltos y los restos de cloro. Luego, hacé un lijado grueso general, especialmente en la línea de flotación, cepillá con agua y detergente y enjuagá con abundante agua. Es el momento para reparar las grietas, si es que encontrás alguna.
Por último, terminá de preparar la superficie con una solución de ácido muriático diluido al treinta por ciento. Si tu pileta es de fibra de vidrio, los pasos son los mismos, solo que deberás tener especial cuidado al lijar: se debe hacer en forma vertical y se debe utilizar una una lija de granulometría ciento ochenta.
¿Qué tipo de pintura elegir para pintar la piscina?
Elegir la pintura correcta es crucial a la hora de pintar cualquier superficie y tu pileta no es la excepción. De la calidad de la pintura aplicada, junto con un correcto mantenimiento, va a depender la frecuencia con la que tengas que volver a pintarla.
En el mercado nos podemos encontrar con dos tipos de pintura para inmersión. Por un lado, tenemos productos a base de agua, sin solventes, formulados con una emulsión acrílica de gran resistencia al agua, a las algas, al verdín, a los agentes químicos como el cloro y al efecto decolorante de los rayos solares.
Por otro lado, tenemos, también, productos elaborados con resinas de caucho acrílico en base solvente que forman una película un poco más resistente en el tiempo y son indicadas para piletas de plástico o de fibra. Cualquiera sea la que vayas a utilizar, recordá siempre que estas dos pinturas son antagónicas, es decir, si ya pintaste anteriormente tu pileta con alguna de estas o si más adelante decidís volver a pintarla, tendrás que utilizar el mismo tipo para repintar.
Las tendencias en colores para piletas
El color de pintura que utilicemos es lo primero que va a captar nuestra atención al ver nuestra pileta. Por eso, es importante hacer un repaso de los colores para poder encontrar el que mejor se adapte a nuestros gustos.
El azul y el celeste son los elegidos con mayor frecuencia en las pinturerías porque le dan sensación de profundidad al agua. Incluso, mientras más oscuro sea el color, más lejos nos parecerá que se encuentra el fondo de la pileta.
El verde agua, en los últimos tiempos, ganó mucha aceptación y se ha convertido en otro de los favoritos: la claridad del color le da luminosidad a la pileta y al espacio. Otro menos común, pero que da excelentes resultados, es el verde esmeralda, que agrega elegancia y una estética lujosa a la pileta.
Finalmente, nos encontramos con el blanco y el negro. El primero da una sensación de amplitud y agranda los espacios pero puede producir deslumbramiento; y, el segundo, crea un efecto espejo que refleja el cielo y el exterior pero dificulta ver el fondo, por lo que la suciedad o cualquier tipo de rotura o grieta puede pasar desapercibida.
¿Cómo pintar una pileta de manera correcta?
Cuando hayas evaluado el color y hayas hecho la preparación previa, es hora de comenzar con la pintura. Es importante que prestes atención al clima ya que demasiada humedad puede hacer que la pintura no se adhiera. Tampoco es recomendable que pintes en un día con demasiado sol o sobre superficies que superen los treinta grados ya que puede evaporar los solventes y arruinar el acabado.
Antes de aplicar la primera capa, tené en cuenta siempre las indicaciones del producto sobre cómo diluir correctamente la pintura: los porcentajes varían dependiendo de las superficies donde se aplican. Por ejemplo, las piletas de azulejos presentan mayor dificultad para anclar el producto ya que son menos porosas que las piletas de material.
Aplicá, ahora si, la primera capa sobre la superficie y, si vas a aplicar una segunda capa, esperá de dos a cuatro horas antes de volver a pintar porque tiene que estar seca al tacto. Después de terminar de pintar la pileta, esperá de cuatro a cinco días antes de llenarla y, si llegara a llover durante esos días, eliminá el agua estancada y secá la pileta con una esponja o soplador de hojas.
Pasada la cantidad de días, llenala por completo sin detener el proceso. Ahora, ya podés iniciar el sistema de filtrado de agua y durante los días siguientes, comenzá a realizar el mantenimiento habitual.
¡Adelantate al verano!
Como ya viste en este artículo, tener el espacio perfecto para disfrutar tu verano al máximo es posible. Pintar tu pileta no es una tarea complicada, solo tenés que tener en cuenta algunos aspectos clave como el tipo de pintura, los pasos previos y la técnica correcta para que puedas lograr la pileta de tus sueños.
¡Disfrutá de tu piscina!